miércoles, 8 de julio de 2009

Calentamiento Global y el Protocolo de Kioto.

El Efecto Invernadero y Las Contribuciones de La Producción de Bienes

La retención de calor de nuestro planeta está ligada a la presencia de ciertos gases en la atmósfera, a lo cual se le conoce como efecto invernadero[1]. Pero solo fue a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX que se consideró como teoría científica, asociando este fenómeno con los efectos de la civilización industrial a través del consumo de combustibles fósiles (Pérez, José. 1993).

Según Pérez, “el efecto de la actividad humana sobre el clima, si es que existe, solo puede ocurrir de forma directa, modificando el albedo[2] de la superficie terrestre, o la composición de la atmósfera[3]. Es así como con el aumento de la población mundial llevan a actividades como la deforestación, el desarrollo de la agricultura intensiva, y más tarde de la industria, los cuales dieron inicio a la serie de actividades modificadoras del entorno y a la vez generadoras de gases invernadero entre los que se encuentra el metano[4]. Sin embargo, las actividades humanas han generado otros gases contaminantes, como los óxidos de nitrógeno y CFCs, aumentando la producción de estos, a medida que se alcanzan mayores niveles de crecimiento económico.

En el caso de los clorofluorocarbonados (CFCs), se han calificado como uno de los gases indicadores de la actividad económica, pues son utilizados desde 1930 como alternativa al amoníaco y al SO2 utilizados como refrigerantes[5].

Tabla 1. Consumo de CFCs en el mundo. Periodo 1974 – 1988.

Empleo de CFC como

% 1974

% 1988[i]

Propelentes de aerosoles.

69

19

Refrigerantes.

18

30[ii]

Limpieza de componentes electrónicos

6

19

Espumantes

5

28

Otros

2

4

Fuente: adaptado de Pérez, Jose. Páginas 65 y 66; y www.consumer.es.

Las campañas de concientización mundial, así como los compromisos de reducción de emisiones contaminantes, llevaron a que el uso de los CFCs en propelentes de aerosoles se disminuyera en 50 puntos porcentuales en el período 1974 – 1988. Sin embargo, y a pesar de las campañas agresivas, se ha fracasado en la sustitución de estos gases en la refrigeración, espumantes y en la limpieza de componentes electrónicos[6].

A partir de 1989, año en que entra en vigor el Protocolo de Montreal[7], relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, el cual se concertó el 16 de septiembre de 1987, empieza la reducción del uso de CFCs en aerosoles y refrigerantes que llega en 1985 a alcanzar una meta significativa de disminución de los países responsables del 85% del total generado. El 15% restante queda como compromiso por cumplir entre India, China y Argentina al año 2010[8]

El futuro del efecto invernadero en el mundo

En el año 2007, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) emitió el informe final sobre las causas y las consecuencias del calentamiento global[9]. En este informe se presenta un análisis de la situación actual del planeta, la influencia de la actividad humana y lo que se puede esperar del futuro por dicha actividad.

De los informes, se destaca el análisis del impacto regional que se espera a partir de la segunda mitad de este siglo, si no se toman medidas inmediatas para reducir la emisión de gases invernadero y mitigar sus consecuencias negativas sobre la atmósfera y el clima del planeta. A continuación se resume el panorama por continentes de las consecuencias del efecto invernadero[10]

Latinoamérica: La pérdida de la biodiversidad en las regiones tropicales alcanzará niveles preocupantes hacia el año 2030. El retroceso de los glaciares andinos y la modificación de los patrones de precipitación afectarán seriamente la disponibilidad de agua potable para el consumo, el agro y la generación de energía.

Norteamérica: En el transcurso de este siglo, las olas de calor serán más frecuentes, intensas y de mayor duración. Se espera una reducción del volumen total de nieve en el continente y un aumento de las inundaciones en las épocas de deshielo. El desequilibrio hídrico resultante incrementará las peleas por los recursos acuíferos regionales.

Europa: Se espera que el cambio climático acentúe las diferencias regionales de los recursos naturales europeos. Los impactos negativos incluyen el aumento de inundaciones costeras y de tierra adentro y un incremento de la erosión de los terrenos debido a las tormentas y la subida del nivel de las aguas. Las áreas montañosas experimentarán un retroceso de los glaciares, reducción de la cantidad de nieve y una extensa pérdida de especies animales y vegetales hacia el año 2080.

Asia: Los cambios hidrológicos que afectarán al sudeste de Asia para el 2030 provocarán un aumento de la mortalidad infantil debido a diarreas por ingestión de aguas contaminadas. La reducción de las grandes cuencas de agua en el centro y sur del continente asiático acarreará serios problemas en la distribución del agua potable.

África: En el año 2020, se calcula que de 75 a 200 millones de personas sufrirán serios problemas debido a la escasez de agua potable. En algunos países africanos, la falta de agua podría reducir la producción agrícola hasta un 50%. Como consecuencia, se agravarían además los problemas de desnutrición que actualmente afectan al continente.

Como se observa en la evaluación de los efectos por continente, los cambios físicos en el mundo serán más que notables con el agravamiento del efecto invernadero, lo cual no solo afectará las condiciones de vida de los seres humanos, los animales y las plantas, sino que incidirá directamente en la producción de bienes y servicios, así como en la disponibilidad de agua. Lo realmente preocupante de este panorama que muestra el IPCC es que los efectos se sentirán en todo el mundo de forma equitativa y en algunos casos irreversibles, afectando también los países generadores de menos porcentaje de GEI en comparación con los principales países realmente responsables del efecto invernadero. Esto indica que la naturaleza no establece diferencia a la hora de distribuir las responsabilidades asociadas con el deterioro del planeta, mientras que los daños son generados por unos pocos.

Las acciones mundiales de mitigación del efecto invernadero

Actualmente las políticas de reducción de los GEI han generado en el mundo modificaciones de las prácticas de producción, las cuales han representado para los países un alto precio que puede ir en aumento con el tiempo.

Entre las acciones más significativas asociadas con la GEI se encuentra la firma del Protocolo de Kioto[11], avalado por 140 países entre los que se encuentran por fuera Estados Unidos[12] y Australia, que por ser economías sólidas presentan unas obligaciones que, según argumentan representantes de estos países, puede representar unos altos costos energéticos y de reducción de la planta de personal.

Como caso importante de mencionar, China e India son calificados como economías emergentes, de allí que las obligaciones de niveles estrictos de emisiones no los cobije, y ratifiquen el protocolo de Kioto a pesar de no alcanzar a la fecha los niveles de reducción de GEI obligatorios y equitativos en comparación con el gran aporte para la tierra.

  • El compromiso de 140 países para la reducción de los GEI, mediante la firma del Protocolo de Kioto.
  • o Comercio de emisiones.
  • o Evaluación y seguimiento en el cumplimiento de los compromisos.
  • Estados Unidos y Australia, anunciaron junto a China, India, Japón y Corea del Sur la creación de la Asociación Asia-Pacífico sobre Desarrollo Limpio y Clima, con el fin principal de fomentar la creación de tecnologías más limpias para economías que necesitan grandes cantidades de combustible, como China y la India.
  • Los avances tecnológicos.
  • o Autos con motores híbridos eficientes y turbinas de aire. Celdas de combustible.
  • o Eficiencia en el uso final de la energía en edificaciones.
  • o Transporte masivo más eficiente en la relación pasajero – kilometro.
  • Nuevas alternativas de energía.
  • o Interés de incrementar el uso de energías procedentes del viento y el sol, con el fin de generar nuevas opciones que disminuyan los costos de producción en el tiempo, y reduzcan la dependencia de los combustibles fósiles.

Colombia con el efecto invernadero

Según los estudios y proyecciones realizados por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, el panorama de nuestro país durante los próximos 45 años es el siguiente:

  • Habrá desaparecido 78 por ciento de los nevados y 56 por ciento de los páramos colombianos, donde se encuentra la fábrica de agua del país.
  • De continuar la tendencia actual, la temperatura habrá aumentado 1,5 grados en Colombia en 2050.
  • Pérdida de biodiversidad para este país que es uno de los más ricos del mundo en fauna y flora.
  • Pérdida de buena parte de los bienes y servicios ambientales del país, entre los cuales está principalmente la oferta hídrica.
  • Inundaciones del 64% de 1.600 Kilómetros del litoral caribeño, como consecuencia de una subida del nivel del mar de 40 centímetros. En la costa pacífica se prevé un aumento del 60% en el nivel del mar, generando riesgos de inundaciones.
  • Graves impactos en el área turística y comercial se San Andrés.
  • Ahogo de cayos y de islotes que sirven como punto de referencia de la soberanía nacional.

Si bien se relacionan las graves consecuencias para el país que trae el efecto invernadero y el cambio del clima es importante mostrar que en contraste con estas proyecciones se encuentra que el aporte de GEI de nuestro país equivale al 0.25% de las emisiones globales de dióxido de carbono, lo cual indica que hay una deuda mundial con Colombia que debe pagarse de alguna manera.

Teniendo en cuenta lo anterior, el Estado Colombiano ratificó voluntariamente la Convención Marco de Cambio Climático mediante la ley 164 de 1995 y el Protocolo de Kioto mediante la Ley 629 del 27 de diciembre de 2000[13].

Como país en desarrollo ha tenido una responsabilidad mínima en la acumulación de GEI, por eso algunas de las políticas de gobierno están enfocadas hacia el efecto invernadero, coordinadas por la oficina asesora de negociación internacional del actual Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, las cuales están basadas en el potencial para la reducción de estas emisiones a un bajo costo y la captación y fijación de CO2. Con estas condiciones el camino hacia el denominado “desarrollo limpio” representa para el país, una excelente oportunidad para acceder a la transferencia de tecnologías ambientalmente sostenibles y recursos financieros para sectores en los que es difícil obtenerlos, como el sector forestal.

Entre las acciones desarrolladas por el Gobierno nacional para la reducción de la generación de GEI se encuentran:

  • Aprovechamiento de la capacidad para entrar en el mercado de oferta y demanda de certificados de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, vendiendo los certificados de reducciones logradas a través de la ejecución de proyectos, especialmente en el sector forestal.
  • Aplicación del proyecto piloto de “Adaptación Nacional Integrado” (INAP), previsto para cinco años, diseñado durante 2005 para inicio a partir de 2006. El gobierno asegura que es el “primer proyecto de adaptación al cambio climático a nivel mundial”.
  • Existen 45 proyectos de origen privado que aspiran a ser aceptados por el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) de Kioto, y que según el Ministerio de Ambiente “representan un potencial de reducciones de gases efecto invernadero de 70 millones de toneladas de dióxido de carbono”[14]
  • Firma de memorandos de entendimiento con Holanda, Canadá, Francia y España, y Austria, países comprometidos a reducir emisiones de gases invernadero.
  • En el país existen incentivos tributarios para que las industrias inviertan, por ejemplo, en maquinaria para proyectos que se puedan transar en el mercado a través de certificados de reducción de emisiones.
  • Programas a través del MAVDT para facilitar el reemplazo de las neveras antiguas, que generan GEI, por neveras nuevas con tecnologías menos dañinas. Esto se realiza a través de bonos de descuento en la adquisición de la nevera nueva. Esto aplica para la ciudad de Bogotá.

Desde el sector privado se adelantan numerosas actividades encaminadas a aprovechar la oportunidad de financiar proyectos nacionales para la compensación de países emisores de GEI por encima de los niveles permitidos, entre los que se destacan la producción de biocombustibles (apoyada por el gobierno nacional), la energía eólica y la innovación tecnológica, todas propuestas como compensación de emisiones de GEI ante el mundo.

Conclusiones

Colombia genera emisiones de GEI que son mínimos en comparación con los generados por muchos de los países que actualmente son participantes del protocolo de Kioto, situación que representa para el país una ventaja a la hora de explorar nuevas oportunidades de ingresos a partir de la posibilidad de servir de territorio para la realización de inversiones que sirvan de compensación a la generación de GEI de otros países, cuya reducción no permite llegar a los niveles máximos permitidos por el mismo protocolo. Estas acciones de compensación permiten conocer claramente que Colombia está comprometida con la reducción de la emisión de GEI por interés económico más que por voluntad.

A pesar de que son claras las proyecciones de los daños en los próximos años, no se presenta información en los documentos consultados sobre los compromisos puntuales del gobierno nacional para la mitigación de los daños causados en las distintas regiones del país como consecuencia del cambio de clima.

Colombia, por su condición de país en desarrollo ante el mundo no representa un nivel de producción que sea incidente en el total de GEI y el calentamiento global, razón por la cual no puede con sus acciones locales demostrar que con cambios en la tecnología y la producción ocasionen cambios positivos a futuro, sin embargo vivirá consecuencias del mismo que posiblemente puede tomar como referencia para el inicio de inversiones que aseguren la mitigación de las consecuencias sociales y económicas del aumento del nivel del mar, la pérdida de la oferta de agua y la pérdida de biodiversidad.

Es importante considerar que con las acciones para la reducción de los GEI los países, incluyendo Colombia, enfrentan un reto importante y es la educación ambiental y la socialización entre la población mundial de los efectos que se esperan en el clima, con el fin de cambiar la tendencia del consumidor a elegir por precios y no por los aportes a la contaminación del planeta que puede traer ese producto.



[1] Según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), sin este efecto la Tierra sería en promedio 33°C más fría. IPCC, 2007.

[2] Albedo: Proporción de radiación solar reflejada por una superficie horizontal; la nieve fresca refleja el 80%, mientras que un bosque tropical el 10% o un desierto el 30%).

[3] Pérez, José. Agujero de Ozono y Efecto Invernadero. Pág. 35.

[4] Según Pérez, los gases invernadero bajo el punto de vista del efecto que producen son: el vapor de agua, anhídrido carbónico, monóxido de carbono, metano, clorofluorocarbonos, óxidos de nitrógeno y ozono. Pág. 40.

[5] El uso de los CFCs se ha extendido hacia muchas otras utilidades tales como: aires acondicionados, limpieza de componentes electrónicos y mecánicos, expansión de plásticos para la fabricación de espumas aislantes, propelentes de aerosoles, entre otros. Los que con más frecuencia se han utilizado son: tricloroflúormetano, CFC-11: CC13F; dicloroflúormetano, CFC-12: CC12F2. Pérez, pág. 64.

[6] Es importante mencionar que el 75% de los alimentos en Estados Unidos dependen de los CFCs como refrigerantes durante el procesamiento, almacenamiento o distribución, así como la multitud de medicamentos, sangre y órganos procedentes de donaciones.

[7] La Segunda, la Cuarta, la Novena y la Undécima reuniones de las Partes en el Protocolo de Montreal aprobaron, de conformidad con el procedimiento establecido en el párrafo 4 del artículo 9 del Convenio de Viena, cuatro enmiendas del Protocolo, la "Enmienda de Londres" (1990), la "Enmienda de Copenhague" (1992), la "Enmienda de Montreal" (1997) y la "Enmienda de Beijing" (1999). Las Enmiendas de Londres, de Copenhague, de Montreal y de Beijing entraron en vigor, únicamente para las Partes que las ratificaron, el 10 de agosto de 1992, el 14 de junio de 1994, el 10 de noviembre de 1999 y el 25 Febrero 2002, respectivamente.

[8] Es importante resaltar que actualmente los precios de los CFC se incrementan mundialmente pues se trabaja con stock y producciones reducidas bajo cuotas, y bajo la supervisión del cumplimiento de las obligaciones establecidas en el Protocolo de Montreal.

[9] El IPCC es un organismo multinacional encargado de estudiar y gestionar la difusión científica sobre el calentamiento global (emisión de partículas, causas y efectos del efecto invernadero, etcétera). Estudia los distintos escenarios de cambio climático global a los que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI. El IPCC surgió en 1988 a raíz de la colaboración entre dos agencias de las Naciones Unidas, la Organización Meteorológica Mundial (OMM, o bien WMO en sus siglas en inglés) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA, o UNEP en sus siglas en inglés). El IPCC elabora informes periódicos acerca del cambio climático que son ampliamente citados por gobiernos, medios de comunicación y otras instituciones, centrados en la incidencia del ser humano.

[10] IPCC. Cuarto informe de evaluación sobre el cambio climático (AR4). Paris, 2007.

[11] El Protocolo establece para los países desarrollados incluidos en el Anexo I, obligaciones cuantificadas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. En su conjunto, los países desarrollados deberán reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 5%, para el período comprendido entre los años 2008 a 2012. Este compromiso de reducción de emisiones es diferenciado, según las condiciones particulares de cada país. Así, algunos países reducirán sus emisiones de gases de efecto invernadero mientras otros tendrán margen para aumentarlas. Por ejemplo, Estados Unidos reducirá sus emisiones en un 7%, la Unión Europea en un 8%, Japón en un 6%, mientras Australia podrá aumentar sus emisiones en un 8%. Así mismo permite a cada Parte un tope máximo de emisiones, el cual se calcula de manera particular para cada una de las partes.

[12] Estados Unidos emite el 25% del total de los GEI del mundo.

[13] www.upme.gov.co. Unidad de planeación minero energética de Colombia.

[14] www.tierramerica.net. El MDL es un mecanismo que permite a las industrias de los países ricos cumplir parcialmente sus cuotas de reducción de gases financiando proyectos de desarrollo limpio o depósitos o sumideros de carbono en las naciones pobres. El portafolio incluye sectores como generación y eficiencia energética, sustitución de combustibles, transporte, residuos sólidos y eficiencia forestal.



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