miércoles, 8 de julio de 2009

Manifiesto Bussau 1977

El manifiesto de Bussau[1] fue elaborado en 1977 por encargo de una institución competente que contribuye a la preservación de la situación político- ambiental, el fundamento central del contenido del manifiesto establece el peligro de que el hombre amenaza por si mismo su propia estabilidad sobre el globo terráqueo; las situaciones de crisis son originadas en la conducta humana que de tiempo en tiempo ha sufrido bajas éticas donde el elemento más valuable e importante de la actualidad es lo económico.

La historia, nos reporta que el hombre encontró un estado natural, ordenado y en equilibrio que ha sido alterado por situaciones arbitrarias consideradas como necesarias para el desarrollo, situaciones que violan los imperativos básicos de la ecología, el medio ambiente y las condiciones necesarias para la preservación de la vida, estas formas arbitrarias son postulados concebidos en encuentros internacionales donde las grandes potencias reunidas articulan formas organizativas para el mundo. La industrialización ha sido el criterio preponderante, en la medida en que esta crece, igualmente crece la vulnerabilidad del medio ecológico y la protección a las especies incluyendo al hombre mismo.

El ecosistema, para su preservación desde su propio comienzo autónomamente maneja ciclos naturales los cuales han sido paulatinamente alterados y distorsionados por el hombre con el objetivo de buscar desarrollo humano; en consecuencia, se han producido sustancias toxicas que se distribuyen por diferentes vías en el globo terrenal y en su entorno atmosférico afectando la biosfera. Si algo queremos salvar, deben restablecerse los ciclos naturales. La industria debe revisar su circulación de productos y organizar adecuados procesos de reciclaje. Lo que no se pueda reciclar la industria no lo podrá procesar. Obsérvese la descripción nominal de cuatro campos esenciales donde se aprecian las más profundas colisiones contra el ecosistema:

1. Los ciclos de la materia.

2. La producción energética global.

3. La adecuación de las dimensiones estructurales del espacio.

4. La diversidad de la vida organismica.

Dentro de los ciclos naturales las plantas dan sustancias orgánicas. El hombre y los animales las consumen, los microorganismos en el suelo y en el agua reciben los desechos de hombres y animales y los convierten en agua, Co2 mediante el ciclo de la materia.

La energía se puede adquirir por múltiples fuentes diferentes a los combustibles fósiles. El aprovechamiento de energía establece una barrera al reciclaje considerable, aquí no hay soluciones dado que la necesidad es producir y la energía es elemento fundamental, el petróleo es fuente de gran generación de dinero, aunque es uno de los principales destructores de la atmosfera no se puede abolir porque decapitaríamos económicamente las grandes potencias.

La superpoblación del mundo conlleva la destrucción del mismo por la presencia del hambre, la desaparición del empleo y la dificultad de construir permanentemente nuevos espacios habitacionales de convivencia. Las mismas especies sobre la tierra han entrado en permanentes expresiones de extinción.

Si cambio verdadero se desea, deberán modelarse estructuras ecológicamente fundamentadas para la existencia futura. Entiéndase que las relaciones entre el hombre y la ecología se están perdiendo. En términos de soluciones, es necesario recobrar actitudinal y aptitudinalmente las prioridades ecológicas, ellas son la interpretación coherente entre las dinámicas del hombre y las de la naturaleza.

Los procesos de metabolismo donde operan los metales pesados hacen sus depósitos permanentes en los organismos humanos, animales y vegetales generando intoxicación por dificultad de drenaje de estas sustancias nocivas. Los comportamientos que se quieran cambiar en aras de reproducir lo ecológico no son sinceros, todos ellos están cubiertos por el dios dinero.

Finalmente “El manifiesto de Bussau fue elaborado inicialmente por encargo de una institución competente que contribuye con la situación político- ambiental, el hecho de que el manifiesto haya sido creado para el fomento y la conservación del medio ambiente, pero el choque entre los intereses de las potencias de turno, hicieron que el organismo ordenador del manifiesto, revisara la comunicación, declarándola rechazada por inoportuna. Por lo tanto el manifiesto no constituye, de ninguna manera el resultado de consideraciones privadas sin compromiso de los que participaron. Una decisión de esta naturaleza debe prescindir de los apoyos económicos oficiales.

Conclusiones

· El Manifiesto, busca mejorar la relación entre la industrial, el medio, involucrando el hombre. Teniendo en cuenta que la producción aumenta mientras que la conservación ambiental se reduce, pues hay más detractores que protectores.

· El manifiesto recomienda que las acciones de la industria deben estar enfocados hacia el manejo responsable de los desechos y es importante aprender de la naturaleza sobre como aprovecha los recursos naturales.

· Fue expuesto en 1977, pero se solicito que no se aplique, que no se use por ser inoportuno por la situación económica del mundo, pues lo que se busca es dinero.

· Se plantea como reflexión que el desarrollo y la industrialización, a través del dinero es un riesgo para la humanidad

· El hombre se ha ido convirtiendo en auto destructor.

· El hombre es ahora un instrumento productor de dinero.

· El manifiesto se orienta a tratar de que la humanidad trabaje sobre política ambiental.

· La revolución verde o de los verdes. Es ecología versus a la economía. No hay posibilidades de ver que la ecología supera a la economía. Hombre actor productor de dinero.

· El hombre y la civilización industrial se constituyen en el problema actual.

· Ecuación matemática del medio ambiente. A mayor producción. Mínima Protección.

· Protectores son más que los detractores.

· El manifiesto recomienda que todo lo que se haga a nivel de industria tenga en cuenta: los problemas de contaminación, las enfermedades, el deterioro ambiental etc.



[1] Política ambiental: Jurgen Dahl, Max Himmelbeher, Gert Kragh, Michael Lohmann, Gerard Helmut Schwabe

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